El juego como espacio para hablar sobre la Salud Mental

Es conocida la trayectoria de la Facultad de Trabajo Social (FTS) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) en su trabajo en el territorio. En su historia está escrito el compromiso ético político con la comunidad en la que está inserta. Docentes, investigadores, estudiantes y los diferentes equipos de gestión de la institución son referentes de ese compromiso en la provincia y en la región, en el abordaje de las diferentes problemáticas de la cuestión social, donde la defensa de los derechos mediante acciones concretas pueda ser posible. Y ello sí o sí requiere un involucramiento que en la FTS es prácticamente desde su creación.

En la ocasión, y dentro de las temáticas que se han trabajo y se sigue haciendo, está el de la salud mental. Diferentes proyectos han promovido las discusiones y reflexiones en torno a esta problemática. Y uno de ellos se denomina «Kermes de la Salud Mental», que en el 2023 fue una Acción de extensión dirigida por la docente Delfina Recalde en conjunto con el Hospital Escuela de Salud Mental (HESM), hoy convertido en un proyecto de integralidad de funciones, una propuesta para el fortalecimiento de redes comunitarias y construcción de saberes colectivos.

Recalde comentó en un encuentro organizado por la Maestría en Salud Mental y el Centro Interdisciplinario de Estudios Sociales y Políticos (CIEP) FTS-UNER sobre consumo problemático, que «el proyecto de integralidad de funciones es posible gracias a la logística institucional de la Universidad, de esta Facultad, que incorpora la producción de saberes colectivos en el desarrollo de proyectos que no consisten solamente en la realización de actividades, sino que su mayor riqueza está justamente en la transmisión y en la producción acompañada de esa práctica que se va haciendo en conjunto con distintos sectores sociales».

Desde sus inicios, tal como se sostiene en la propuesta, el proyecto tiene como objetivo general aportar a la difusión de la Ley Nacional de Salud Mental N°26.657, que cumplió 14 años desde su creación, a partir de experiencias lúdicas que favorezcan la promoción de salud y salud mental comunitaria, enriqueciendo los procesos de enseñanza aprendizaje de los y las estudiantes desde las propuestas de docencia, extensión e investigación.

Como objetivos específicos este proyecto se plantea; reconocer y analizar las representaciones sociales que portan las personas de la comunidad sobre la salud/salud mental; promover el juego como un derecho y como una práctica de salud – salud mental; contribuir al fortalecimiento de redes intersectoriales e interinstitucionales que favorezcan procesos de integración social; desarrollar acciones de articulación orientadas al fortalecimiento y la formación integral de estudiantes y docentes a través de acciones en territorio. Se propone como dispositivo principal para promoción de salud mental comunitaria desde una perspectiva de derechos e integralidad la realización de una «Kermés de la salud mental» que se organizará y desarrollará en forma conjunta con referentes de la comunidad.

Es así que la Kermes surge, dice Recalde, con el propósito de discutir la Ley pero también de promover un juego con un derecho y con una idea de práctica de salud que nos permita reencontrarnos y volver a habitar espacios comunes. Hago mención justamente a la palabra derecho, derecho de jugar, derecho a la salud, derecho a la educación, y reivindico esta idea de derecho porque también es una palabra que hoy en día está muy cuestionada». Ella dice que el proyecto todo el tiempo trabaja con esa perspectiva de derecho, la misma que tiene la Ley Nacional de Salud Mental.

Enlazar con el territorio

«Nosotros lo que hacemos es un laburo previo, generalmente con escuelas o con comedores comunitarios, con espacios donde concurren jóvenes… Entonces, vamos y les contamos que hay una Ley Nacional de Salud Mental, les contamos algunas cuestiones principales de la ley», señala Recalde en diálogo con Radio UNER Paraná. 

«Vamos al encuentro de referentes territoriales, de organizaciones sociales de la ciudad de Paraná con este dispositivo y esto nos permite enlazarnos con la comunidad. Vale aclarar que trabajamos principalmente en la zona noreste, pero también fuimos incluyendo a partir del trabajo con los estudiantes de tercer año, algunos centros de práctica de estos estudiantes que están en otros territorios de la ciudad…».

En ese sentido, dice que se trata de trabajar con una concepción integral de salud ya que la ley plantea que la salud mental tiene que ver con los procesos sociales, económicos, culturales e históricos. Con ello se trata de derribar algunos mitos que relacionan a la salud mental con la locura, la peligrosidad, el manicomio, etcétera. También se informa sobre los derechos que tiene cualquier persona a recibir información sobre cuál es el tratamiento más adecuado, poder hacerlo en una institución cercana, poder estar acompañadas y acompañados en ese trayecto, entre otros, comenta en la nota de la radio. 

Y continúa, «cada territorio le da su impronta. Y nosotros vamos con la jerga y los juegos». Por ejemplo, hay uno que se llama «Derribando mitos»; otro «Despejando derechos»; también un juego de la oca gigante y otros cooperativos. Si bien el proyecto está planteado desde lo lúdico, lo que cuenta la Trabajadora Social es que a medida que se iban acercando a los diferentes territorios cada uno de estos planteaban diferentes problemáticas relacionadas con la salud mental que están íntimamente relacionadas con sus condiciones de vida: consumo, violencia, entre otras. Lo que remarca Recalde es la cuestión alimentaria, que anteriormente no había aparecido.

«Ahí es donde podemos habilitar y es donde podemos empezar a pensar un trabajo conjunto en territorio que justamente nos permite construir con otras estrategias, abordajes y intervenciones situadas».

Es así que se fueron dando instancias de reflexión para promover el conocimiento de la ley y las transformaciones que está genera en la concepción de la salud mental. En esta ley, el sujeto es fundamentalmente un sujeto de derecho que puede y debe estar al tanto de las decisiones que se toman acerca de su salud, la de algún familiar, amiga o amigo. 

Como equipo, lo que hacen es escuchar la problemática que les plantean y conversar acerca de los posibles abordajes de esas problemáticas. Incluso el abordaje puede ser desde un trabajo interdisciplinario, intersectorial. Por lo que se invita a referentes territoriales a sumarse al trabajo en red que se sostiene durante todo el año.

También el equipo ha trabajado con escuelas durante el 2023. Incluso estudiantes de la FTS llevaron la propuesta y preguntaban ¿qué entienden por salud mental?, ¿qué hacen por su salud mental? «Esto es re interesante porque cuando podemos reflexionar empieza a aparecer esta idea de salud mental como algo inherente a todo, como algo cotidiano. No se trata de algo relacionado a lo que los especialistas pueden hacer, a lo que le pasa a otros. La salud mental tiene que ver con cosas cotidianas. También se trabajó con la idea del sufrimiento como inherentes a todos los seres humanos, que todos padecemos, que todos tenemos conflictos. Para que las y los jóvenes escuchen y vean que lo que les pasa a uno, también les pasa a otro. Nosotros lo que hablamos con esto es que cuando esto el sufrimiento se vuelve algo cercano e inherente a todos, se da la apertura para hablar de lo que pasa, individual y colectivamente».

La salud mental desde un abordaje individual y comunitario

Entonces, de esta manera se dan, se ven favorecidos, digamos, los procesos participativos, donde el padecimiento aparece como algo propio, pero también se puede registrar en términos comunitarios, dice Recalde.. La propia comunidad, que puede ser la institución educativa, el mismo territorio en el que trabajan, puede ser capaz de identificar cuáles son las problemáticas que tienen y poder trabajar en relación a ello con el acompañamiento del equipo de investigación.

«Nuestro proyecto todo el tiempo trae la perspectiva de derecho que es la perspectiva de la Ley Nacional de Salud Mental…. Durante todo este proceso se van consolidando lazos, vínculos, redes que nos invitan a continuar con esta propuesta… el desarrollo de esta experiencia año tras año permite justamente el fortalecimiento de estos vínculos con referentes territoriales, la construcción conjunta del conocimiento mutuo y la apropiación de este tipo de prácticas para promover el cuidado, el cuidado de la salud en y con la comunidad a través de su participación».

Para finalizar, rescatamos estas palabras de Recalde que alientan a seguir pensando en una construcción colectiva y la importancia de proyectos como este en nuestra ciudad: «En el contexto actual, más que nunca necesitamos intervenir en pos de la recuperación de la integración social. Con esta propuesta intentamos producir un espacio de trabajo colectivo vinculado al cuidado, porque pensamos que lo colectivo es una clave sanitaria, política y de salud mental».

Fuente: Área de Comunicación Institucional FTS-UNER/ Maestría en Salud Mental FTS-UNER/ Radio UNER Paraná


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