Lugares con sentido. Personas necesarias

Hay personas que son y han sido necesarias en la historia de la Facultad. Por diferentes motivos, han dejado sus huellas en su recorrido en nuestra casa: por su compromiso, por su accionar, por su participación activa en la construcción de lo que es hoy la FTS. Personas que son modelo e inspiración para viejas y nuevas generaciones por sus pensamientos, por sus luchas, por su arte.

En nuestra institución los espacios cobran diferentes sentidos: los nombres de las aulas y de otros lugares de la Facultad dan vida a diversas memorias y nos recuerdan a quienes han sido y son parte ineludible de la trayectoria de la FTS. En esta nota recorremos los nombres que aparecen en la memoria colectiva y que, desde distintos ámbitos como la gestión, la docencia, el trayecto estudiantil, entre otros, han aportado a la construcción de un futuro mejor, en defensa de los derechos sociales, por más igualdad y justicia; ideales que esta casa de estudios sigue sosteniendo como bandera.

En los años noventa se definieron denominaciones especiales para muchos espacios de la Facultad. En septiembre de 1991, a propuesta de la Secretaría Académica de entonces, María Elena Rodriguéz Segón, se propone que dos aulas y el Salón de Actos lleven el nombre de la estudiante Lucrecia Álvarez (Aula 3), de la docente Ema Sarli (Aula 4) y de la primera decana electa de la FTS, Ofelia Zagagozi (Salón de Actos), respectivamente. El acto de presentación de los espacios se realizó el 24 de octubre de ese año, día en que se cumplieron los 25 años de la creación de la Escuela de Servicio Social.

El Aula Magna de la Facultad, que otrora, cuando la institución funcionaba en el edificio de calle La Rioja 6 de Paraná, era el espacio con mayor capacidad de concurrencia, lleva el nombre de la primera Decana de la Facultad: «Asistente Social Ofelia Zaragozi». Se otorga esta denominación al espacio como modo de homenaje a quien fuera «representante fiel de una parte de la historia de nuestra profesión por su compromiso en la lucha por un país diferente».  

En el antiguo edificio, el Aula Magna oficiaba de salón de actos y era el espacio central, el corazón de las diversas actividades institucionales, tanto de formación como de extensión e investigación, artísticas y culturales. Allí, en ese lugar, Estela Barnes de Carlotto recibió el título Doctor Honoris Causa de la UNER a propuesta de la FTS en 2001, sonaron en vivo canciones de León Gieco cuando fue también reconocido con la misma distinción en el año 2011, recibimos la visita Hebe de Bonafini ese mismo año en el marco de las 3ª Jornadas Interfacultades de Derechos Humanos y se llevó a cabo el primer debate público de candidatos a intendentes de la ciudad de Paraná. Infinidad de actividades, clases, talleres, actos de colación, jornadas, congresos, allí tuvieron lugar momentos compartidos de construcción colectiva que perduran hoy en la memoria y la proyectan hacia el futuro: en el nuevo edificio propio de calle Brown 54, el Aula Magna «Asistente Social Ofelia Zaragozi» se ubica en el primer piso.

También en el marco de los 25 años de la FTS, se define denominar de manera especial, a modo de homenaje, a otros dos espacios de la Facultad. Por un lado, el Aula 3 se nombra como «Alumna Lucrecia Álvarez», en memoria a la estudiante de la Licenciatura en Trabajo Social que falleció cuando cursaba el segundo año de la carrera. En la resolución se destaca su profundo compromiso, reflejado en el hecho de que realizara su práctica preprofesional casi hasta el final del ciclo, aún cuando estaba gravemente enferma.

Por otro lado, el Aula 4 recibió el nombre de «Profesora Ema Rosa Sarli». La profesora dictaba clases en el tercer año de la Licenciatura en Trabajo Social, fue Docente Adjunta Ordinaria en la cátedra «Economía». Como se destaca en la resolución de referencia, «su paso por la Facultad difícilmente pueda olvidarse por su calidad humana». Ema Sarli también se desempeñó en la Facultad de Ciencias Económicas de esta Universidad.

Las aulas 3 y 4 se encuentran en el segundo piso de nuestro nuevo edificio.

Además, en diciembre de 1992 se definió denominar al Aula 1 como «Alumna María de los Ángeles Ruggeroni». La propuesta fue presentada por la Secretaria Académica ante el Consejo Directivo, en forma conjunta con estudiantes que habían compartido con ella desde el primer año la carrera. La estudiante falleció en junio de 1992.

Em 2018 se realizó el acto por el cual se le asignó el nombre de «Emiliano Rubén Wollenberg» al Aula 5 de la FTS. La propuesta fue presentada por la Agrupación estudiantil «Franja Morada», con el acompañamiento de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes de la Facultad, al Consejo Directivo. Asimismo, la Secretaría de Extensión y Cultura también sugiere dar lugar a lo solicitado.

Emiliano era estudiante de la Licenciatura en Ciencia Política. militante de la agrupación Franja Morada, también ocupó diversos cargos en la Unión Cívica Radical. En su recorrido estuvo siempre activamente comprometido con el quehacer democrático, hasta que falleció tristemente en el año 2017, luego de sufrir un accidente automovilístico.

La propuesta para la denominación dice, entre otras palabras alusivas a su persona, que «Emi era estudiante y militante. Si alguien se pregunta qué es ser reformista hoy, sin dudas la respuesta está en él. Las paredes de la FTS lo vieron luchar siempre por los derechos de les estudiantes, discutir con propies y ajenes defendiendo sus convicciones… Creemos que les estudiantes más jóvenes de esta Facultad y todes aquelles que vendrán merecen conocerlo, y queremos que su nombre y su historia les inspiren a luchar por lo creen: a ser los reformistas del siglo XXI. Que sepan que, así como la Facultad de Trabajo Social te transforma, Emiliano fue capaz de transformar la «facu» y a todes quienes lo conocimos».

El 12 de octubre de 1999 se le dio ese nombre a la Biblioteca de la FTS. Desde la organización se destacó que la figura de Silvia, estudiante de la Facultad desaparecida en la última dictadura cívico-militar, representa el compromiso y la lucha de la comunidad de la Facultad. En ese marco, la obra busca mantener viva la memoria en las nuevas generaciones que habitan la institución.

El 28 de marzo de 2019, con un acto en el patio de la FTS se colocó una «Baldosa por la memoria», en el marco de mes de la memoria. Esta actividad fue realizada en conjunto entre el Registro Único de la Verdad.

El 24 de abril de 2023, cuando se realizó la producción de un mural que lleva su imagen en el aula 10, Alejandra Blanc, actual secretaria de Extensión y Cultura de la FTS, señaló a un medio periodistico: «para nuestra institución, Silvia es parte de la identidad, su presencia nos permite continuar construyendo y enseñando la memoria colectiva, la biblioteca de la Facultad lleva su nombre, en 2019 colocamos una baldosa por la memoria, con la participación de la familia siempre», indicó Blanc. «Consideramos fundamental poder trabajar de manera intergeneracional fortaleciendo los lazos de memoria. Como sociedad dijimos “Nunca más” y desde la universidad pública tenemos el compromiso de fortalecer la democracia sosteniendo acciones en pos de la memoria, la verdad y la justicia para contribuir a la garantía de no repetición». (Revista 107 Escalones)

En mayo de 2011 sale la resolución que aprueba la propuesta de la Jefa de Biblioteca y Centro de Documentación de la FTS para que la sala de lectura lleve el nombre del humorista gráfico e historietista argentino. Esta iniciativa se dio luego de que Quino recibiera el Premio Doctor Honoris Causa de la UNER, a propuesta de la FTS, y que haya sido precisamente la sala de lectura el lugar señalado para que firmara sus libros a las y los presentes. «Es inevitable hacer referencia y destacar el momento mágico que hizo vivir a todos los que tuvieron la oportunidad de compartir aquella tarde inolvidable», se detaca en la resolución de referencia.

Quino recibió el premio en el 2007. El humorista falleció el 30 de septiembre de 2020. A mediados de 2007 la Decana de nuestra Unidad Académica, Sandra Arito, eleva a Consejo Directivo la propuesta de honrar con el título Doctor Honoris Causa a Joaquín Salvador Lavado «Quino». En esa oportunidad el Consejo definió, por unanimidad, refrendar la idea y en diciembre de 2007 la Facultad realiza la presentación ante el Consejo Superior de la UNER. Es así que mediante la resolusión número 338 de ese año se resuelve otorgar el título de Doctor Honoris Causa a Quino, «analista y crítico de la realidad a través su humor gráfico».

La resolución número 395 del año 2007 del Consejo Directivo FTS expresaba entre sus considerandos la importancia del papel de este humorista gráfico comprometido con la realidad. Quino «ha desarrollado una narrativa singular como humorista gráfico, hecho que permitió su reconocimiento mundial como uno de los Maestros del humor gráfico y que le valió numerosas distinciones en el plano nacional e internacional. (…) Su narrativa es expresión de una exquisita síntesis de la combinación de lenguajes por medio de la cual cada una de sus producciones se transformó en una de las formas más creativas de enunciación del pensamiento»

Una charla abierta en Plaza Alberdi, una conversación en el patio en calle Rioja, la entrega del Tìtulo y el paso de Quino por la Biblioteca de la FTS, dieron marco a una tarde maravillosa e inolvidable.

Loreto era de profesión Bibliotecaria, título otorgado por la Escuela de Bibliotecología de Santa Fe. En una entrevista que salió publicada en el cuadernillo «Desde el Fondo», número 3, de agosto de 1996, Loreto comenta cómo se fueron dando los cambios desde que se pasó de ser Escuela de Servicio Social dependiente de Gobierno de Entre Rìos a la Universidad. «En la década del 70 se producen cambios en la metodología del Trabajo Social y en los criterios de formaciòn profesional que inciden en la orientación bibliográfica: nuevos autores, títulos y temas que respondían a los nuevos enfoques desde lo nacional y latinoamericano» (Desde el Fondo, 1996: 16).

Luego, refiere al comienzo de la Dictadura, a la intervención de la UNER y cómo la matrícula descendió, para luego en la década de los ochenta volver a ascender, con el advenimiento de la democracia.

Con respecto a Silvia Wollert, quién era estudiante durante la dictadura, ella dice que la recordaba. «Era una alumna que concurría siempre a la biblioteca. Era una chica muy agradable, estudiosa, responsable en lo que a la biblioteca me refiero… Me caía muy bien por su buen modo y una cierta calidez que emanaba suavemente de ella… Me enteré de su desaparición con sorpesa e incredulidad, cuando la Decana Normalizadora pide y busca el expdiente de Silvia». (pág. 18)

Asimismo, el sector de la Biblioteca que resguarda bibliografía sobre Políticas Públicas lleva el nombre de quien fue docente de la FTS: Miguel Anselmo Bitar, más conocido como «Micky». Él hizo una donación de libros importante. Murió el 7 de enero de 2012. Sus familiares donaron una foto de Miguel que se encuentra en una de las vitrinas de la Biblioteca.

Se recuerda que Bitar era Profesor en Filosofía; cursó el Máster en Ciencia Política con especialización en Administración Pública y y Políticas Sociales, así como cursos de posgrado sobre administración pública, políticas públicas, políticas sociales, control y gestión de políticas públicas municipales, planeamiento y desarrollo local. Fue profesor titular en la FTS y otras instituciones de nivel superior, desempeñándose en asignaturas vinculadas a las ciencias sociales, a nivel de grado y posgrado, como Política y Planificación Social, Políticas Sociales, Sociología Argentina, etcétera. También participó en investigación en la Facultad y en la formulación de proyectos sociales junto a diversas ONG, entre otras actividades.

Fuente: Comunicación Institucional y Centro de Documentación «Alumna Silvia Wollert» FTS UNER


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