Ir a clases, tomar apuntes, estudiar y rendir exámenes. Así podríamos describir la rutina diaria de una o un estudiante. Sin embargo, la vida universitaria presenta una riqueza que va mucho más allá y que abre una multiplicidad de caminos. Así lo muestra el relato de Lucio Nicolás Córdoba, oriundo de la ciudad Paraná y estudiante del tramo final de la Licenciatura en Ciencia Política, quien se desempeña como Auxiliar Docente Alumno en la cátedra «Teoría Sociológica Clásica» de segundo año de su carrera. En esta nota Nicolás repasa sus vivencias como Auxiliar, su recorrido en el aprendizaje de la docencia desde la propia experiencia.
ACI: ¿Qué intereses motivaron que te presentaras a la Convocatoria de Auxiliar Docente Alumno?
Nicolás: Los intereses que me llevaron a presentarme a la convocatoria de Auxiliar Docente Alumno son diversos y más de uno. Sin la necesidad de trazar prioridades, menciono en primer lugar que un cargo de este tipo, en nuestra universidad pública, es un empleo formal con todas las letras ya que presenta todas las características del mismo: salario, obra social, aportes jubilatorios. Y siendo estudiante puede representar una vía importante para acceder a tales beneficios, como fue mi caso.
En segundo lugar, entendía que estar en un equipo de cátedra aportaba una experiencia valiosísima para mi formación como profesional de la Ciencia Política; debido a que entrás en contacto con diferentes prácticas que entran en la órbita de la enseñanza y la docencia como así también con los profesionales que las llevan adelante. Por último, señalar que como estudiante tenía el interés de pertenecer a algún proyecto de investigación o extensión que, en mi caso, se vio facilitado por pertenecer y trabajar en una cátedra de la Facultad.
En este sentido, la inclusión al equipo de cátedra siempre se dio de manera amena y respetuosa. Como en todo ámbito de trabajo, la dinámica se logra con el devenir del proceso y con el conocimiento de las compañeras y compañeros; que en mi caso siempre han estado acompañándome ante cualquier incertidumbre o duda surgida.
ACI: -¿Qué tareas has desarrollado?
Nicolás: Como Auxiliar Docente Alumno siempre he desarrollado tareas relacionadas a la comunicación de la cátedra con los estudiantes y de los estudiantes con la cátedra, tareas administrativas y de la planificación del año académico en general (clases, textos, programa, entre otros temas). Cabe señalar que la pandemia y la consiguiente virtualidad de las clases reformularon un poco el esquema. En ese marco, las y los ayudantes de cátedra pasaron a desempeñar casi todo el trabajo que se hacía en el Campus Virtual.
ACI: ¿Cómo ha sido la relación con tus pares/estudiantes desde el lugar de Auxiliar Docente?
Nicolás: La relación, tanto con las y los pares como con las y los estudiantes, ha sido siempre muy buena. Si bien hay una marca que nos escinde de las y los estudiantes porque nos sentamos a lado de las y los docentes, la horizontalidad nunca se pierde; ni con ellas y ellos ni con las y los pares de la cátedra.
ACI: ¿Cómo valoras esta experiencia en tu formación?
Nicolás: Como decía antes, uno de los intereses fundamentales que me llevaron a inscribir al concurso de Auxiliar Docente Alumno tuvo que ver con aprender a partir de la experiencia de la docencia. No porque entendía que el saber estaba en las y los docentes, sino porque en cuanto al proceso de enseñanza, a las múltiples relaciones que se pueden establecer entre estudiantes y docentes, uno se habitúa de manera diferente estando en el lugar de la docencia.
Producción: Comunicación Institucional FTS UNER