Militancia registrada: memorias de Claudio y Clara Fink

Clara Paulina Atelman de Fink fue la mamá del militante popular Claudio Marcelo Fink, desaparecido durante la última dictadura cívico-militar en la ciudad de Paraná el 12 de agosto de 1976. El relato de ella sobre el día del secuestro de Claudio en su domicilio conforma una postal conmovedora que se vuelve más y más oscura con la persistencia del «no saber»: hasta el día de su muerte, a los 93 años en junio de 2022, Clara nunca conoció el destino de Claudio después de que lo secuestraran. En ese entonces, él tenía 23 años, cursaba Ingeniería en Electromecánica en la Universidad Tecnológica Nacional de Paraná y a su vez trabajaba junto a su padre en Agua y Energía Eléctrica. Además, era militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).    

Desde ese día Clara, junto con su esposo, comenzó una búsqueda incansable que la convirtió en una referente, militante y luchadora por la memoria, la verdad y la justicia; en una madre en busca de su hijo que tejió lazos, generó redes y abrió caminos colectivos. «Me dan muchas distinciones, pero no me siento merecedora: yo soy una ciudadana común con mucho dolor», decía en una entrevista del año 2015: «Mientras esté seguiré (…) quiero que se siga recordando y hablando de Claudio y de todo lo que pasó en aquella época; que nunca más, nunca, nunca más».

Tomando la posta de esa premisa, la de nunca olvidar, la de mantener una memoria y una lucha encendidas en nuevas generaciones, familiares hicieron donación a la Facultad de Trabajo Social de la UNER de material de archivo y de la biblioteca familiar de Clara Paulina Atelman de Fink, para su conservación y utilización por parte de la institución.

«¿Y cuándo vuelve el desaparecido?»:  Claudio Fink

Como reza la canción Desapariciones de Rubén Blades, no sabemos cómo hablarle al desaparecido, pero aún así inventamos formas de conversar con su historia y su lucha, de conservarlas vivas. Ese fue uno de los horizontes de Clara, mamá de Claudio, durante más de cuarenta años; y es uno de los motores del libro Historias de Vida y Militancia – Claudio Fink de la Asociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos de Entre Ríos (Afader), que nos permite conocer la vida de Claudio a través de testimonios de su madre.

«Desde muy pequeño demostró afinidad por el estudio y la lectura, contagiado por los hábitos de un hogar donde se leía mucho. En una época donde la tecnología no pasaba de la radio y los primeros televisores (…) hizo muchos amigos en el barrio, encontrándose a diario en lo que eran los juegos habituales de los niños, las figuritas, las escondidas, el hoyo pelota y, por supuesto, jugar a la pelota en la calle, cuando en Paraná la densidad de tránsito aún lo permitía». 

En ese transcurrir por la historia de la infancia y adolescencia de Claudio, en la obra se destaca que era hincha de San Lorenzo, que escuchaba todos los partidos y que esa pasión se la contagió a su madre. Tal es así que ella conservaba los banderines y las fotos de los planteles preferidos de su hijo. También del automovilismo, deporte que compartía con su padre más que nada cuando en Paraná se hacían las competencia en la conocida «Bajada del Rowing».

«Claudio era una persona buena, muy buen hijo y, fundamentalmente, excelente compañero. Las personas que lo conocieron señalan esa característica», decía Clara. Con respecto a su militancia política, «comenzó desde muy joven a interesarse y a formarse políticamente en su propia casa, fundamentalmente en las conversaciones con su padre».

En cuanto a ese espacio de militancia, sus compañeros no tienen más que palabras de elogio hacia el compromiso de Claudio por construir un país mejor. Participó de organizaciones y de movimientos no solo dentro de la universidad, sino también barriales. Una de sus compañeras dice: «Lo conocí en 1970 al entrar a la Facultad Tecnológica (…) como Claudio y yo vivíamos cerca, tomábamos el mismo colectivo para volver y ahí nos hicimos amigos. Charlas interminables (…) tardes de mate en mi casa o en la suya (…) escuchando música folklórica, que estábamos descubriendo, o algunas canciones de ese momento (…) noche en el “Cine Club” que existía en aquella época en Paraná (…) todo eso fue forjando una relación muy estrecha (…) Así fue como empezamos a participar en la vida política de la facultad, en las asambleas, en el Centro de Estudiantes, en las charlas con otros compañeros (…) Y juntos por formación y por convicción, nos fuimos acercando a los peronistas para formar la agrupación que después se incorporaría a la Juventud Universitaria Peronista. Ahí empezó mi militancia junto a él».

Una madre de la plaza: Clara Fink 

Nacida en la ciudad de Villa Clara, departamento Villaguay, un 24 de septiembre de 1928, la vida de Clara estuvo signada por la militancia por los derechos humanos a partir de la desaparición de su hijo. Después de esa mañana ni ella ni su marido Efraín Fink volvieron a ser los mismos. Nada en ella rozaba la quietud. Desde entonces, como el fuego que arde embravecido, Clara fue una militante inclaudicable por saber qué pasó con Claudio. 

Ante la consulta de si recordaba el día del secuestro de Claudio, después de un suspiro hondo y visceral, como siempre con el pin a mitad del pecho que lucía una foto de su hijo, Clara afirmó: «Cómo me voy a olvidar si vivo para recordar y para que recuerden todos (…) y no preguntes cómo se sigue porque yo no sé cómo se sigue, pero sigo, sigo. Mi marido fue a hacer la denuncia y yo empecé a golpear las puertas ese día». El relato del momento vívido y angustiante prosigue: «Cómo olvidar la fecha, el 12 de agosto del año 76 a las 6 de la mañana (…) mi marido se preparaba para ir al trabajo y Claudio iba más tarde. Al mismo trabajo, pero llegaba más tarde. Mi marido estaba por subir al auto, es un garaje abierto el que tenemos, y fuerzas policiales se acercaron. Enfrente vivía un teniente coronel que en aquel momento era de la lotería de la provincia: venía a buscarlo un chofer a este señor. Y cuando él salió de la casa y vio que le estaban apuntando al chofer le dijo “qué atropello es este”. Ahí le dijeron “lo buscamos a Fink”, entonces les señaló la casa. Se cruzaron a casa, amenazaron a mi marido: ellos dijeron “somos de la policía de la provincia”, pero no mostraron nada. Mi marido abrió la puerta y entraron al dormitorio donde él se estaba vistiendo. ¡Fue un relámpago, fue un relámpago! Entraron como lo sacaron, cuando lo agarraron de acá —dijo señalando su cuello— y nunca más supimos de él. En la esquina había un auto con dos o tres personas, eso nos cuentan los que vieron el procedimiento». 

Un año después de la desaparición forzosa de Claudio, ella, como muchas otras y otros que no sabían nada de sus familiares o amigos, comenzó a reunirse en un espacio cedido por el sacerdote de la iglesia del Carmen de la ciudad de Paraná. Allí se frecuentaba con personas que estaban en la misma situación los sábados a la tarde. Clara recuerda en una entrevista que se acercaba mucha gente de Diamante, Victoria, Nogoyá. Y también que viajaban a Buenos Aires para averiguar el paradero de su hijo, al igual que otras personas que también buscaban conocer qué pasó con sus seres queridos. 

En ese proceso, en un arduo camino en búsqueda de la verdad, Clara también integró la Liga Argentina por los Derechos del Hombre en Rosario y luego la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) en Paraná. Su esposo había sido cofundador de esta última organización, ya en el retorno a la democracia. También, junto a otras madres, marchó los jueves alrededor de la Plaza de Mayo. En la capital entrerriana fue una de las fundadoras de la Afader.

En su momento, Clara dio su testimonio en la causa Área Paraná. Y en diciembre de 2013 fue declarada ciudadana ilustre de la ciudad. 

«Todo está guardado en la memoria»: el material donado  

El 17 de marzo de 2023 se llevó a cabo un encuentro donde se formalizó la donación de libros, revistas y material de archivo por parte de familiares de Clara a la Facultad de Trabajo Social. La elección de la Universidad Pública y de esta Facultad para la donación no fue azarosa: «Consideramos que la Universidad Pública es el lugar apropiado para preservar y darle vida y uso a estos materiales que seguramente propiciarán fortalecer procesos reflexivos de construcción de conocimiento (…) En particular, estamos al tanto, principalmente por tránsitos formativos, de ejercicio profesional y de construcción colectiva que comparte y en los que se inscribe Gabriel -sobrino nieto de Clara- como parte de la comunidad de la FTS, que esta casa de estudios viene consolidando desde sus inicios un proyecto institucional fundado en una perspectiva de derechos humanos y comprometido con la lucha por la memoria, la verdad y la justicia (…) Estos reconocimientos e inscripciones son los que motorizan esta donación».

Gabriel Atelman, sobrino nieto de Clara, es graduado y personal de la FTS. En una entrevista reciente con Radio UNER Paraná, Gabriel destacó la persona de Clara, su lucha y cómo nunca perdió la esperanza de encontrar a su hijo, al punto en que durante más de cuarenta años dejó la pieza de Claudio tal como estaba el día que lo secuestraron: «recién después del día de fallecimiento de Clara pudimos ver ahí esa pieza, acceder a los recursos y a todo el material una vida de Claudio y también una vida de una madre».

Muchos de los materiales donados seguramente estuvieron en manos de Claudio cuando respiraba libertad y luchaba por un mundo más justo. La biblioteca se compone de más de 200 obras, la mayoría se relacionan con la política, la historia nacional, los derechos humanos y del género literario (novelas, poesía argentina y entrerriana). Entre el material de archivo se cuentan revistas periodísticas; prensa de organismos de derechos humanos; noticias sobre avances de juicios de lesa humanidad, sobre la dictadura y la recuperación democrática;  entrevistas periodísticas a referentes de derechos humanos; afiches; y fotografías familiares y documentos de Clara y Claudio.     

Los libros están siendo catalogados y estarán disponibles, junto con una colección del semanario Análisis, en la Biblioteca y Centro de Documentación «Alumna Silvia Wollert» para su consulta. Mientras que el material de archivo se conservará en la Secretaría de Extensión y Cultura para la construcción de estrategias de circulación y acceso a estos materiales que fortalezcan procesos de ciudadanización y ejercicio de derechos.

Parte de ese material será exhibido en la instalación documental «Lazos con Memoria. Vida y lucha de Clara y Claudio Fink» en la Feria de la Memoria, que se desarrollará el lunes 27 de marzo desde las 19:30 en el Patio de la FTS. 

Fuentes: 

– Asociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos de Entre Ríos (2012). Historias de Vida y Militancia: Claudio Fink.
– Biblioteca Nacional Mariano Moreno (mayo de 2015). Testimonio de Clara Paulina Atelman de Fink. Clic acá para acceder a la URL.
– Russo, Pablo (junio de 2022). «Falleció Clara Atelman de Fink, una luchadora por la memoria, la verdad y la justicia», Página 12. Clic acá para acceder a la URL.


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