Con la participación de cerca de 300 personas, los días 21 y 22 de agosto se desarrolló la primera edición de este Congreso en la Sala Mayo de Paraná. El mismo fue organizado por la Secretaría de Extensión y Cultura de la Facultad de Trabajo Social (FTS) de la UNER, en conjunto con la Municipalidad de Paraná y en articulación con redes comunitarias de la ciudad.
Como una propuesta de encuentro, reflexión y construcción colectiva en torno a experiencias, saberes y estrategias vinculadas al trabajo territorial y comunitario, la actividad contó con referentes de nueve redes comunitarias: CREER, Este, Noroeste, Oeste, Puerto Viejo, Socioeducativa y Comunitaria de Lomas del Mirador, Sur, Sureste y Suroeste.
El Congreso se constituyó en un espacio de formación e intercambio orientado a fortalecer el trabajo en red y la gestión colaborativa en el territorio. En este marco, la FTS sumó a la propuesta su vasta experiencia y trayectoria en el enriquecimiento y gestión de espacios comunitarios, consolidada a través de sus proyectos de extensión, investigación y formación. Desde la convicción de que las redes territoriales mejoran el acceso a derechos y promueven la inclusión y el sentido de pertenencia en las comunidades, la iniciativa articuló diferentes saberes y prácticas.


El Congreso comprendió el desarrollo de tres paneles centrales, dos rondas de mesas de trabajo, dinámicas colectivas, producciones y presentaciones artísticas, y una feria institucional, entre otras actividades.
En cuanto a las mesas, se abordaron diferentes problemáticas como Salud Mental y Juventudes: Autolesiones; Adolescencias y participación; Salud Mental y Juventudes: Consumos Problemáticos; Derecho a la educación; Salud Comunitaria y ESI; Niñeces en la comunidad; Acceso y seguridad alimentaria; Conflictos y Mediación Comunitaria, entre otras.
El evento contó además con la colaboración de estudiantes becarias y becarios, y docentes de la FTS, junto con el apoyo de la FCEdu-UNER.
La apertura institucional: las redes territoriales como apuesta política
La presentación institucional del evento estuvo a cargo de la intendenta de Paraná, doctora Rosario Romero, y de la decana de la FTS, magister Sandra Arito.
En primer lugar, tomó la palabra Arito. Remarcó que el evento se desarrolló en el marco de medidas de lucha de la comunidad universitaria con una gran participación del personal, de docentes y estudiantes de la Facultad. En ese sentido, destacó este hecho como una muestra más del compromiso con lo social, por encima de intereses particulares o sectoriales, y como una forma de resistencia, en tiempos en que la universidad, al igual que muchas organizaciones institucionales estatales, «está siendo muy golpeada».
«En momentos de crisis y de catástrofe o de desastres importantes, lo que se desorganiza es el escenario general, pero también lo subjetivo. Hay una desorganización general. Por tanto, la intervención que hay que hacer es siempre en la línea de la organización. Y esto es un modo de organización (…) que tiene que ver con encontrarnos con personas, con redes (…). ¿Qué pretendemos? Mejorar algo de lo que estamos viviendo cotidianamente», dijo la Decana.
Y agregó: «Es un momento en el que se tiende a poner en lo individual problemáticas que son del orden de lo social. Se nos dice que si yo tengo un familiar discapacitado, no es responsabilidad del Estado, sino de cada familia. Entonces, son momentos en los que hay que revisar muchas cosas que tienen que ver con los vínculos, lo social y la organización. Mi invitación en estos tiempos (… ) es tratar de luchar contra la barbarización de los vínculos y apelar a la ternura y a la empatía como conceptos políticos», destacó.
Por último, remarcó el apoyo del Municipio de Paraná en proyectos que siempre tienden a ser colectivos, ya que buscan fortalecer redes y vínculos que potencian lo que sí es posible, a pesar de la desorganización generalizada y de las crisis.


En su discurso, Romero invitó a pensar en el siglo XXI y en el contexto argentino para reflexionar sobre cómo retomamos y fortalecemos el trabajo en redes frente a una idea de retiro del Estado. «Hay una prédica permanente de que el Estado no tiene que ocuparse más de ciertas cosas, y que el desarrollo, el crecimiento, el trabajo, el pensamiento, la igualdad, la educación, vendrán como consecuencia de variables macroeconómicas y van a florecer porque sí… Creo que, justamente, es lo contrario. Porque si algo que tuvo sentido a partir de que nacen los Estados modernos allá, en el siglo XVIII (…) es la cosa común».
En esa línea, señaló las particularidades de la democracia Argentina, inspirada en tres importantes declaraciones de derechos humanos: la francesa, la norteamericana y la inglesa. Y remarcó cómo el crecimiento de la humanidad llevó a la universalización de derechos: «Que no nos vengan a decir ahora que haber conquistado derechos, que haber conquistado igualdades, que hacer de la educación un derecho fundamental, de la salud un derecho fundamental no vale», afirmó.
Los saberes de la comunidad
El primer panel se desarrolló bajo el eje «Gestión Comunitaria: Redes, Estado y Comunicación». Expusieron Carina Messina, licenciada en Trabajo Social y docente de la FTS; Neri Ribero, licenciado en Administración Pública y coordinador de Estrategias Participativas y Fortalecimiento Territorial de la Municipalidad de Paraná; y Patricia Fasano, licenciada en Ciencias de la Información y doctora en Antropología Social. La moderación estuvo a cargo de Alejandra Blanc, licenciada y secretaria de Extensión y Cultura de la FTS.
Al tomar la palabra, Blanc remarcó la lucha de la Universidad Pública en la que se desarrolló el Congreso, señalando que la organización del evento forma parte del compromiso y la apuesta de la Universidad, hoy en riesgo.
Por su parte, Messina planteó, entre otros ejes, cómo trascender la urgencia para seguir sosteniendo las redes territoriales. Además, destacó que «somos todos seres sociales, aunque intenten convencernos de lo contrario».
Neri destacó el valor que la Municipalidad otorga a las redes territoriales y comentó que el concepto de Estado facilitador orienta el accionar del municipio, señalando que si bien existen capacidades en los distintos estamentos del Estado, la comunidad también aporta responsabilidad, saberes valiosos y una amplia trayectoria. En ese sentido, planteó que el desafío es cómo integrar esos saberes: «El rol del Estado de observar, comprender y acompañar los procesos ya desarrollados en el territorio».
Por último, Fasano abordó la relación entre identificación e imagen en una comunidad y la comunicación entendida como representación y no solo transmisión de información. En ese recorrido, recuperó experiencias del Área de Comunicación Comunitaria de la FCEdu-UNER. Destacó que lo comunicacional en los procesos comunitarios resulta fundamental para el fortalecimiento de las redes y de la ciudadanía política.


Fortalecer redes, vínculos y la idea de «lo común»
En el segundo panel, el tema central fueron las «Experiencias territoriales en localidades de la región». Allí estuvieron presentes la Red Alto Verde, con la representación de Natalia López (Asociación Civil Club Arroyito Seco) y Leonel Álvarez (Asociación Civil Construir Futuro y Biblioteca Popular); la coordinadora de Salud Mental del Ministerio de Salud de Santa Fe, Luciana Galloni; el referente de la Confederación de Prevención de las Adicciones del NOA, Victor Lupo; una de las integrantes de los espacios de jóvenes de la Red y promotora de Derechos del Movimiento Campesino de Córdoba, Rocío Tapia; y la coordinadora de espacios de jóvenes y facilitadora en la Red de Participación de Jóvenes del Noroeste de Córdoba, Luciana Kuperman. La moderación estuvo a cargo del licenciado Matías Dassetto, coordinador general de la Secretaría de Educación, Cultura y Convivencia Ciudadana.
Dasseto señaló que era muy importante presentar un espacio donde se desarrollen experiencias concretas de construcción comunitaria: «Esto nos permite contrastar y comparar nuestras experiencias locales con otras de la región, y preguntarnos qué tenemos en común. ¿Esas formas organizativas son similares o existen componentes territoriales, locales o identitarios que nos diferencian? ¿La organización parte de problemáticas similares o distintas? ¿Abordamos dichas problemáticas de la misma manera y con las mismas estrategias? Todas estas cuestiones nos permiten analizar nuestros propios procesos de construcción comunitaria, reflexionando a partir de experiencias que suceden en otros lugares. De alguna manera, es vernos en un espejo y, así, poder analizar nuestros propios procesos».


Voces que apuestan a lo colectivo y a la transformación del territorio
En el tercer panel se escucharon las voces de los referentes de las distintas redes territoriales de la ciudad de Paraná. En ese marco, se compartieron experiencias del trabajo en territorio y de las problemáticas que enfrentan las redes en sus áreas programáticas.
Sandra Deris, de la Red Sureste e integrante de un centro de día para adolescentes perteneciente al Copnaf, en diálogo con el Área de Comunicación de la FTS, comentó que uno de los principales desafíos de gestionar o ser parte de una red territorial es «(…) volver a construir comunidad, volver a construir identidad, no solamente en las instituciones, sino también abriéndolas a nivel comunitario: con los vecinos, con las familias, con los referentes, con el merendero, con la comisión vecinal. Y construir ahí ese espacio comunitario de identidad».
Por su parte, Julia Ponce, trabajadora social del Centro de Salud «Manuel Belgrano», como parte de la Red Suroeste, señaló que, en relación con estas jornadas de trabajo, uno de los desafíos que le queda por delante a la gestión de las redes «es seguir juntándonos para seguir pensando acciones en nuestro territorio».
Como representante de la Red CREER, Alejandra Gauna comentó que la idea que se lleva de estas jornadas de trabajo es poder pensar los lugares en donde trabajan: «Nosotros, como Red CREER, hace dieciséis años que estamos en la zona y seguimos entendiendo lo mismo que se ha compartido acá en estos días: la importancia del trabajo en red. En tiempos donde las cuestiones de comunicación y participación comunitaria son más complejas, creemos que eso es fundamental. Si queremos trabajar (…) articuladamente con los vecinos (…) con las instituciones, dar a conocer aquellas cosas que no se ven y que son importantes para los niños, adolescentes y las familias de los barrios, me parece que la única forma hoy es trabajar en red».
Mara Robin, presidenta del Barrio Arroyo Los Berros, de la Red Sur, comentó que el valor que le asignan hoy al trabajo comunitario desde la red es fundamental. Además, indicó que han crecido bastante como Red y que el Congreso revitalizó el trabajo de la Red. «Considerando la situación actual en los barrios populares, trabajar coordinando con otras instituciones es más que necesario», afirmó.
Fabricio Almada, de la Red Oeste, reflexionó sobre uno de los desafíos que se lleva después de estas jornadas: seguir trabajando como red y pensar en redes más grandes, articulando con otras. «Yo no conocía tantas redes en Paraná. Este encuentro me permitió conocerlas, seguir construyendo colectivamente a partir de las herramientas que tenemos, de lo comunicacional a lo organizacional, y pensar nuevas experiencias para el espacio», dijo Almada.


Los caminos abiertos
Sobre el cierre del Congreso, la Secretaria de Extensión y Cultura de la FTS comentó que se elaborarán actas, como producción del evento, el cual remarcó como un punto de partida y no un punto de llegada, como una instancia para seguir trabajando. Y reforzó el valor de la red ante el discurso de individualismo que intenta avanzar sobre la idea de lo común, de comunidad. Y cerró su alocución con una cita de Eduardo Galeano: «Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable».
Fuente: Área de Comunicación Institucional FTS-UNER