Entrevista a Elías Fernández


El coordinador de la carrera refiere a los inicios de esta propuesta formativa de grado, cuáles son los principales ejes de la formación, el enfoque interdisciplinario de la carrera, la reforma del plan de estudios, el perfil profesional de las egresadas y los egresados, y el campo laboral de quienes egresan.

–¿Qué propuesta de formación tuvo la carrera en sus inicios, que hizo que fuera todo un hito su creación en la provincia?

–La Licenciatura en Ciencia Política que se dicta en la Facultad de Trabajo Social (FTS) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) cumple 20 años, y constituye un motivo de reflexión sobre los caminos recorridos, las transformaciones realizadas y los
aportes concretos que realizan nuestros/as graduados/as en el contexto social y político de nuestra provincia a partir de la formación que ofrece la Universidad Pública.

Desde sus inicios, la carrera se propuso una formación rigurosa, comprometida con la comprensión de los fenómenos políticos en toda su complejidad, y anclada en una perspectiva crítica que articula teoría, metodología y práctica. Una Ciencia Política que
entiende a la política en un sentido amplio: como un conjunto de prácticas, relaciones de conflicto y cooperación entre sujetos -individuales y colectivos-, en disputa permanente en torno a diferentes concepciones sobre la vida en comunidad.

Esta mirada permite trascender los discursos simplificadores o estigmatizantes sobre la política, y recuperar su valor constitutivo que la misma tiene para la vida en sociedad.

La formación de politólogos y politólogas en la FTS está fuertemente ligada a una perspectiva regional y situada. No se trata de una Ciencia Política descontextualizada o meramente abstracta, sino de una disciplina que busca entender los procesos políticos en su densidad territorial, histórica y social.

Asimismo, la formación que reciben en la FTS se orienta a promover una práctica profesional crítica y comprometida, basada en los valores democráticos, la perspectiva de derechos humanos y el enfoque de género. Esto implica intervenir en la realidad
política con una actitud reflexiva, capacidad de análisis y responsabilidad ética.

–¿Qué lugar tiene lo interdisciplinario en la formación del cientista político?

–Una de las características centrales del trayecto formativo es su enfoque interdisciplinario. A lo largo del recorrido, las y los estudiantes se forman en un amplio conjunto de saberes provenientes de disciplinas como la sociología, la historia, la economía, el derecho, la filosofía. Esta base en ciencias sociales y humanas no solo fortalece la capacidad analítica del politólogo o politóloga, sino que también permite comprender los procesos políticos en su contexto histórico, económico y cultural.

A su vez, la formación está estructurada a través de una serie de subcampos disciplinares específicos, tales como Teoría Política, Política Comparada, Relaciones Internacionales, Administración Pública, Políticas Públicas, Opinión Pública y Comunicación Política. Cada uno de estos campos ofrece herramientas teóricas y prácticas que habilitan distintas trayectorias profesionales. La inclusión de materias orientadas a estos subcampos permite que las y los estudiantes construyan perfiles diversos, en función de sus intereses y de las demandas profesionales emergentes del campo laboral.

–La reforma del plan implica que es una carrera que se va acomodando a nuevas demandas que van surgiendo. ¿Nos podés mencionar algunas de las novedades más destacadas en esa reforma?

–La reforma del Plan de Estudios recientemente propuesta constituye un hito importante en la trayectoria institucional de la carrera. Esta reforma no solo actualiza los contenidos mínimos de las asignaturas y rearma los ejes disciplinares, sino que transforma la estructura organizativa de la formación. En primer lugar, se reduce la duración de la carrera de cinco a cuatro años, adaptándose a estándares contemporáneos sin perder profundidad académica. En segundo lugar, promueve una distribución más equitativa de las asignaturas entre los distintos subcampos de la disciplina, reforzando aquellos que hasta ahora contaban con menor espacio en la currícula.

Para darte algunos ejemplos. Se encuentra la incorporación de la asignatura Opinión Pública en el primer año –para introducir tempranamente a las y los estudiantes en el análisis de percepciones ciudadanas–, y la asignatura Partidos Políticos y Elecciones en el último tramo, buscando fortalecer el eje de representación política y análisis electoral. También se amplía el abordaje de las Relaciones Internacionales, incluyendo materias como Teoría de las Relaciones Internacionales y Política Exterior Argentina, en consonancia con la creación de la nueva carrera en ese campo.

Un aspecto innovador de esta reforma es la propuesta de un Título Intermedio: la Tecnicatura en Asuntos Políticos e Internacionales, que habilita una salida laboral a mitad del recorrido formativo, sin implicar una fragmentación del trayecto académico.

Esta iniciativa dialoga con los contextos sociales actuales, en los que muchas personas buscan combinar formación con inserción temprana en el mundo laboral.

Además, la reforma elimina el sistema de terminalidades (orientaciones rígidas), y propone una estructura más flexible de cursado. Este cambio permite que cada estudiante diseñe parte de su propio recorrido a través de un trayecto «semiestructurado», favoreciendo una trayectoria formativa orientada a sus intereses a medida que transcurre por las materias del trayecto estructurado. La estructura común que comparten los primeros tres años de la Licenciatura en Ciencia Política y la nueva carrera de Relaciones Internacionales —cuya creación se propuso en el marco de la reforma del Plan de Estudios— facilita un tránsito formativo más articulado entre dos campos afines, ampliando las posibilidades académicas y profesionales de las y los
estudiantes.

–Si tuvieras que referirte al perfil profesional de las graduadas y los graduados de la carrera, ¿cómo lo definirías?

–Hay un enfoque formativo que se refleja con claridad en los perfiles profesionales de las y los egresados de la Licenciatura en Ciencia Política. Se brinda una trayectoria académica basada en un enfoque interdisciplinario de las ciencias sociales, lo que proporciona una sólida formación teórica y metodológica que las y los habilita para analizar de forma integral los procesos políticos, y participar activamente en su transformación. Esta preparación les permite intervenir en múltiples escenarios, tanto en el sector público como en el privado, desde el nivel local hasta el internacional.

En el ámbito estatal, politólogas y politólogos se desempeñan en tareas de planificación, gestión y evaluación de políticas públicas en áreas como ambiente, desarrollo económico, salud, género, desarrollo social, entre otros. Están preparados para realizar diagnósticos, diseñar programas, formular propuestas y participar en la toma de decisiones estratégicas. También pueden brindar asesoramiento técnico en procesos legislativos, aportando conocimientos específicos en las distintas dimensiones que hacen al funcionamiento político e institucional.

Su formación teórica las y los capacita para analizar las dinámicas de poder, las estructuras organizativas y las reglas que rigen la vida política. A través del estudio de autores y corrientes clásicas y contemporáneas, comprenden las tensiones entre conflicto y cooperación que atraviesan tanto a las instituciones como a los actores que las integran. Esta mirada les permite intervenir en temas vinculados con el funcionamiento de los poderes públicos, los regímenes políticos y los procesos de gobernanza en distintos niveles y contextos.

En el campo de la consultoría política y la comunicación, están preparados para diseñar estudios de opinión pública, planificar campañas electorales, construir estrategias de comunicación institucional y asesorar a dirigentes, partidos y organizaciones. Dominan herramientas cuantitativas y cualitativas —como encuestas, entrevistas, análisis de discurso y grupos focales— que les permiten interpretar escenarios complejos y convertirlos en insumos útiles para la acción política.

En el ámbito académico, pueden desempeñarse como docentes e investigadores, produciendo conocimiento sobre fenómenos políticos contemporáneos, y también como analistas en medios de comunicación o espacios especializados, aportando una visión fundamentada sobre los principales temas de la coyuntura local, provincial, nacional e internacional.


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